
Hablar de la afición a la cría de gallos de pelea en Villa María del Triunfo, es hablar de una tradición que se arraiga en la población desde hace ya muchos años. Uno de los criadores de esos primeros años y que todavía tenemos la suerte de tener entre nosotros (para los amigos y aficionados a los gallos de combate) es Don Manuel Román Cano, mas conocido en el mundo de la gallística Villa Mariana como “Don Romancito” y que ahora juega en las distintos Coliseos de lima con el Nombre de “Niño Rey” en alusión a un famoso criador de España de donde proviene gran parte del pie de cría de los animales que el posee. Su casa siempre ha sido una puerta abierta para todos los jóvenes y personas que se han iniciado en la cría de estos bellos animales, donde siempre se recibe un buen consejo para la cría de los mismos y también para la vida personal. Esta demás decir que es uno de los lugares preferidos en nuestro distrito por las personas que criamos estos animales para reunirnos los domingos por la mañana (cosa que lamentablemente no puedo hacer por encontrarme en el extranjero) donde se topan y entrenan los gallos, se departe entre los amigos, y se intercambian anécdotas y opiniones relacionadas mayormente con la cría de estos animales.
Conozco a Don Romancito desde los trece o catorce años . Es curioso como lo conocí. Trabajaba yo a esa edad en un punto de referencia de Villa María del Triunfo en lo que a comidas se refiere y que es el Restaurante “Rico Centro” (Que creo que tiene mas de treinta años de funcionamiento, poco después por decirlo así de la fundación del distrito) que es propiedad de la Familia Ormeño Villalba y que teniendo yo esa edad me dieron la oportunidad de poder ganarme unos centavos, trabajando los sábados y domingos en que no concurría al colegio. Don Romancito que era conocido de la familia, pensaba que era hijo de los dueños, me supongo que por trabajar ahí y tener tan corta edad, así que, enterándose al conversar con Don Alberto Ormeño y luego conmigo que me gustaban esos animales , me invito a su casa a conocer su galpón. Fue la primera vez que vi tantos animales juntos y quede impresionado con lo bonitos que eran sus ejemplares, en ese tiempo el criaba gallos con sangre oriental, ingleses y españoles, así que fascinado , comencé a visitarlo mas frecuentemente. Le ayudaba a limpiar los corrales, a entrenar a los gallos y aprovechaba en aprender todo lo que me pudiera enseñar sobre la cría. Así pues desde entonces, han pasado muchos años desde que lo conozco y en el transcurso de esos años he podido cultivar con el una bonita amistad. El siempre me ha obsequiado algunos animales, con los que me fue muy bien ya que me dieron buenos resultados y es que “El viejo” que lo llamamos así de cariño, siempre se ha esmerado mucho en buscar que sus aves sean bonitas y sobre todo buenas para el combate.
Así como el que escribe, se que también muchos hijos de Villa María que lo conocen, y aquí nombrare a algunos contemporáneos como Aldo Loayza Livelli, Rommel Anderreg, Junior y Zinder Salvatierra y otros mas de los que ya no recuerdo sus nombres han disfrutado con el lo mismo que yo, acompañándolo en su trayectoria, en los combates de sus aves en los diferentes coliseos de Lima y el Perú, compartiendo los triunfos y a veces sus derrotas pero que son parte de de la vida de todo gallero y que son experiencias que nos enseñan a progresar, a ver en que nos equivocamos y en que podemos mejorar.
Los que lo conocemos esperamos tenerlo entre nosotros muchos años mas, nutriéndonos de su experiencia en este mundo tan sacrificado de los gallos y disfrutando también de su gran carisma y don de gentes.
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